Las setas suelen tener tierra en la parte inferior. El paso más importante antes de cocinarlas es limpiarlas y esperar a que estén completamente secas. En este practicograma te explicamos cómo hacerlo.
1. Retira los restos de tierra
Ayudándote con un cuchillo, retira los restos de tierra que hay en cada una de las setas. Si son grandes ten cuidado de no quitar mucha carne. Elimina lo justo para no estropear la seta.
2. Lava con agua fría
Pon las setas debajo del grifo. Procura que el agua que utilizas está fría porque el agua caliente puede estropear las setas.
3. Escúrrelas y espera a que se sequen
Escurre las setas en un escurridor. Espera a que estén totalmente secas antes de cocinar. Si las necesitas urgentemente puedes usar un paño o un trapo para quitar el resto de agua.
Mejores setas para nuestras recetas
Trompeta de la muerte: con un color negro azulado o ceniza, se puede emplear para arroces, pastas, revueltos, de guarnición, en estofados.
Trufa negra: su temporada es de noviembre a marzo y su uso es muy versátil. Se debe utilizar con moderación para no matar los sabores del plato.
Hongos o Boletus edulis: se puede preparar en salteado, en crudo en carpaccio, con un buen aceite de oliva. Combina muy bien con trufa, queso, y es perfecto para risottos.
Senderillas o Senderuela: al ser fina y pequeña se cocina muy rápido. Es buena para guarniciones, en revuelto y en estofados.
San Jorge: se consume cuando es pequeñita. Es muy buena sola o salteada con ajos frescos. También deliciosa en revuelto.
Colmenillas robasoles o Morchella: similar a la trufa, es típica de primavera. Su forma de colmena permite rellenarla por ejemplo con foie o combinarla con estofados o marisco.
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